jueves, 8 de septiembre de 2011

La gallina

Un día mientras tejía y destejía, cual resignada Penélope, el entramado del tiempo que transcurría placidamente, una gallina subía corriendo graciosamente la cuesta para llegar al corral a tiempo de comer un poco de pan mojado antes de que las otras dos se lo acabaran todo. Unas semanas después una de esas gallinitas fue totalmente engullida por mi perro. Moraleja: ¿Seremos nosotros gallinas para los mercados financieros?

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